Como el destino está cerca, poco más de 65 km, nos ponemos en marcha después de comer, sin muchos agobios, lo preparamos todo, ya que es poca cosa, ,al filo de las 17,30 h dirigimos la auto en marcha hacia Benicarló. En menos de una hora estamos en el destino, en el parking del centro comercial costa de azahar, para los más veteranos, lo conocemos como la fabrica Palau, que era una importante empresa de muebles, que cerró a mediados de los años 90 y cuyas instalaciones dieron lugar a principios de los 2000 a este centro comercial.
Una vez ubicados, aprovechamos el eroski que hay y realizamos las cuatro compras que nos hacen falta, y esperamos a Renata y Ferrán.
Ah! que alegría al reencontrarnos, todo son besos y abrazos, que tal, bien y tu , también ,bla.bla bla………….,vamos lo de siempre en estas ocasiones.
Después de cenar, recorrido de rigor, para ver a la gente y el ambiente, en realidad somos mogollón de autos y de gente, después retirada y a dormir, mañana será otro día.
El sábado, nos pusimos en marcha a las 9.30 h., cogimos las bicis y fuimos a visitar las instalaciones de BENIMAR, donde había una visita guiada por la fábrica y nos explicaron cómo se montan las autocaravanas, y al final había una exposición de autos, las cuales visitamos, por pura curiosidad para captar ideas, estuvo bien.
Como íbamos motorizados, con las bicis nos fuimos a Peñiscola, ya que es un bonito paseo de unos 8 km poco más o menos, de ida y otros tantos de vuelta. Dimos una vuelta por el castillo y sobre las 14 h estábamos de regreso, para degustar una sabrosa paella monumental.
Por la tarde después de un intento de siesta, que fue baldío, nos fuimos a Benicarló, y después de más de una hora de cola, cogimos el autobús, que en 5 minutos nos llevó hasta le mismo centro, donde se hacia la popular “torra”, compramos los tickets, por un euro te dan 3 alcachofas, las tomamos con un buen trago de vino, después de ver un poco el ambiente de Benicarló en fiestas, nos fuimos a coger el autobús de vuelta. Para hacer tiempo hasta el sorteo, dimos buena cuenta del apartado de dulces, es una perdición.
Fuimos al sorteo y como era predecible, no nos toco nada, aunque no sé si fue bueno, en vista de los regalos.
Para acabar la jornada hicimos una partida de bolos, y el que tuvo, está claro que no retuvo, ya que no tiraba un bolo ni con la mano, este deporte no es el mío, después a dormir el día había sido largo y el cansancio se nos había apoderado.
El domingo nos levantamos sin agobios, pero con el fin de evitar la cola del autobús del día antes a las 10 estábamos, en la parada, cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos que éramos los primeros, y después de una hora de espera nos fuimos hacia Benicarló, hoy es el día de la degustación de tapas, el precio es de 6 €, y te dan una bebida y tres tapas a elegir.
Como íbamos con tiempo dimos una vuelta para ver el montaje y echarle el ojo a las tapas que más nos llamaban la atención, a las 12.30 h tiran un cohete, y a partir de entonces puedes empezar a coger las tapas.
Después de saborear las 12 tapas que nos jalamos entre los tres, que buenas estaban, cogimos el autobús de vuelta, y como las despedidas, siempre son tristes, mua, mua, nos despedimos de Renata y Ferrán y colorín colorado la quedada se ha acabado.
