23 de abril de 2014

NO HAN SIDO MIS MEJORES PASCUAS………………….


Lo que iban a ser unas relajadas vacaciones de semana santa, un poco express, ya que solo disponíamos de cuatro días, empezaron con muy mal pie.
El destino era el país vasco, y el viernes a primera hora nos pusimos en marcha y todo iba según lo previsto, hasta llegar a la altura de Pamplona, donde Cati recibió una llamada telefónica, de Antonio , que marco un poco el resto del viaje y aun diría mas el resto de mi vida , una llamada de contenido muy injusto ,terrible , de las que dejan huella , de las que no te las puedes creer, mi buen amigo Toño había fallecido, así sin mas. Tras el primer flash de incredulidad, te llueven multitud de recuerdos, vivencias compartidas, que durante todo el viaje me acompañaron, con mayor o menor intensidad, pero estuvieron y están continuamente presentes en mi memoria.
Sobre las 15 horas nos instalamos en el camping gran Zarautz, en unas parcelas con vistas al mar, espectaculares, y esperamos la llegada de nuestros ,ya habituales , compañeros de viajes ., el matrimonio , Teixido –Pinyol, en esta ocasión con sus cuatro integrantes, es decir, Ferran, Renata , Carol y Mónica.


Después de una comida rápida y una buena tertulia, nos dirigimos a visitar Zarautz, ya que desde el camping sale un sendero, todo de bajada, que nos lleva hasta el extremo de la playa, recorrimos el paseo, marítimo, con la fotografía obligada en el restaurante de Arguiñano. Acabamos nuestro paseo en casto antiguo donde tomamos unas cervezas y unos pintxos.




Como el cansancio se había apoderado de nosotros decidimos regresar al camping en taxi, ya que lo que a la ida había sido bajada, ahora seria una dura subida.
El día ya solo dio para cenar y poco mas.
El sábado nos fuimos a visitar Bilbao, en una hora ya estamos allí, aparcamos las autos en el parking de la plaza de toros, sin ningún problema nos fuimos a buscar la ria, mas concretamente, el Guggenheim, y la verdad sea dicha, nos causo una grata sorpresa, ya no solo el edificio, sino también el entorno.




Seguimos la ria, viendo el famoso puente Calatrava, el de los resbalones, que si hay que hacer justicia es bonito, aunque no práctico, pero con la alfombra que han puesto se evitan los resbalones.


Llegamos hasta el ayuntamiento y el teatro Arriga, antes de adentrarnos el casco antiguo, como se había hecho la hora de comer, aprovechamos la gran cantidad de bares de pinchos para comer.
La tarde la empleamos en seguir callejeando, descubriendo la gran cantidad de bellos rincones que esconde esta ciudad, en resumen, Bilbao, nos ha sorprendido, muy gratamente.
C ansados de andar, nos fuimos hacia las autos, y pusimos rumbo al camping, el día ya no dio para más.
El domingo, amaneció con lluvia, con lo cual si la idea era no madrugar, con mayor motivo, nos hicimos los remolones a la hora de levantarnos. , a este domingo lo definimos como domingo gastronómico , ya que para comer el chef Ferrán , cocino un arroz con sepia y alcachofas, , que como diría Arguiñano “rico , rico “.
Para la tarde teníamos revisto visitar el Itziar y desde allí volver al camping, visitando Zumaia, y Getaria.
En Itziar, se encuentra el santuario del mismo nombre, el templo está presidido por la imagen románica de Virgen de Itziar (s.XII), una de las más bellas de la iconografía vasca y que cuenta con gran devoción entre las gentes de mar.
La siguiente parada fue Zumaia, está situada en un lugar privilegiado de la costa guipuzcoana, a orillas del mar y de la bahía donde confluyen los ríos Urola y Narrondo.
Para acabar la tarde, nos detuvimos en Getaria, que se encuentra en una pequeña península que termina en el monte de San Antón, más conocido como “el ratón de Getaria”, por la similitud del perfil. La calle Elcano, nombrada en honor de uno de los paisanos mas ilustres de Getaria; Juan Sebastián Elcano, alterna casas tradicionales de pescadores de alegres colores con otras de toque más presuntuoso.
Como queríamos ver el futbol, jugaba el Barça. Nos fuimos teledirigidos hacia el camping, para cenar y ver el partido.
El lunes ya era día de operación retorno, en Zaragoza nos despedimos, hasta la próxima.
Y esto es lo que ha dado de si, las mini vacaciones de semana santa , que seguro que no voy a olvidar mientras viva , por las emociones sentidas .