Aprovechamos esta fecha para realizar
una nueva salida con la auto , en esta ocasión el destino era Avinyonet del
Penedès, donde los de buena tuta realizaban una quedada.
El lugar de encuentro era la area de
autocaravanas que hay en este pueblo, (N
41º22'06" E 01º46'22")
que se encuentra en la Masía Celler Can Batlle.Como en las últimas salidas que hemos realizado,
nos acompañaban Renata y Ferrán.
Salimos después de comer
, sobre las 16. h . y llegamos a nuestro destino pasadas las 20 h. ya que a
pesar del tom tom ,nos costó un poco encontrar el lugar de encuentro, pero al final lo encontramos, tras
instalarnos , nos dimos cuenta que nos habíamos olvidado de las cebollas , cosa que no tendría más
importancia si no fuera porque para cenar teníamos pensado hacer una
langostinos encebollados, y claro está , sin cebolla , era un poco difícil , así
es que cogimos las bicis y nos fuimos raudos y veloces hacia el pueblo para buscar
algun sitio donde pudiéramos comprar alguna cebolla, y aunque nos costó de
encontrar , al final lo conseguimos .
De vuelta a la punto de encuentro,
esperamos que llegaran ,Ferrán y Renata ,para preparar los langostino y cenar con el resto del grupo en lo que podríamos
llamar , toma de contacto, y el día ya dio para poco mas.
Para el sábado estaba
previsto a eso de las 11 h., una degustación de cava y un taller de degüelle,
que resulto ser entretenido.Lo realizamos en la misma masia donde nos encontramos, en la masia celler can Batle.
El menú de la comida era
arroz con bogavante, que dicho sea de paso,
Ferrán lo bordo, ya que estaba, no delicioso, si no lo siguiente.
La tarde la ocupamos con
paseo de una hora, poco más o menos por los alrededores del área, que sirvió
para quemar algunas calorías y que la tarde se pasara más rápido.
De la cena se encargaba
la organización, y según el programa era un
“pica pica”, que se retraso un poco por culpa del futbol, ya que a las
20.45h, jugaba España, y por lo menos pudimos ver el primer tiempo. Aunque al
principio recelamos un poco del “pica pica “, resulto ser una cena agradable y
la verdad sea dicha estuvo muy bien, con baile incluido.
Con esto se dio por
finalizado el dia, a eso dela 2h nos fuimos a dormir , lo único reseñable que quedaba
era un topetazo que me di en la cabeza al plegar el toldo, que ante las risas
de los presentes me dejo “escocido”.
Ya solo quedaba el
domingo, y en vista que las moscas y el calor empezaba a ser insoportable decidimos
ir a comer a las montañas de Monserrat, y aunque nos costó un poco encontrar el
camino correcto la final llegamos. Después de comer ya solo quedaban las despedidas
y emprender el camino de vuelta.
Que aprisa pasa el
tiempo.